Sociedad Secreta y Cinema Sensorial. (1991- )
Creditos a Jesús Zamora
CINEMA SENSORIAL
Entrada
El presente texto es una breve semblanza sobre la trayectoria del grupo Cinema Sensorial. Dada la ocasión del lanzamiento del disco Señal en octubre del 2009 nos propusimos establecer las líneas históricas que ha seguido el grupo desde principios de la década de los noventa hasta nuestros días. Luego de una serie de charlas y reflexiones vimos con agrado que ese ejercicio de la memoria sobre la banda nos llevó de manera paralela a la realización de un ejercicio de clarificación de las múltiples direcciones que ha tenido en desarrollo de la escena musical en Guadalajara. Así, rememorar el curso de Cinema Sensorial fue sólo un pretexto para sumergirnos en una densa masa de recuerdos y experiencias, de juicios y apreciaciones que nos han permitido tener una perspectiva no de lo que es la banda, sino de lo que significa la evolución social en la que ha estado involucrada la juventud tapatía en tanto ha buscado y logrado en buena medida, su autonomía cultural. La estructura del presente artículo se divide en tres partes. La primera esta referida a una reflexión sobre el contexto histórico en que surgen los movimientos musicales que dieron origen a la banda. En segundo lugar hacemos un recuento sobre la historia del grupo Sociedad Secreta como el grupo que antecedió a Cinema Sensorial. La ultima parte es una descripción de la evolución del Cinema planteada en tres segmentos que van del año 1994 al 2009. Subrayamos que el presente escrito es nuestra particular versión de los hechos; no pretendemos más que explicar —y sobretodo explicarnos a nosotros mismos— la forma en que vivimos un proceso de acelerados cambios en el ámbito de la cultura juvenil de Guadalajara, que en menos de veinte años a reconfigurado de manera radical el escenario de las experiencias artísticas.
LA MUTACIÓN
Décadas
Repensar las características del grupo en el 2009, nos ha llevado inevitablemente al análisis de un contexto particular: el ambiente de la llamada música subterránea en esos inicios de los años noventa. La explicación de ese nuevo escenario nos lleva de manera obligada a los años ochenta como el punto vector de un profundo proceso de reforzamiento cultural de la identidad juvenil. Tratar de precisar el flujo que determinó los cambios en el ámbito de esta identidad es sin duda un trabajo arduo, sin embargo intentaremos explicárnoslo en lo posible con el afán de establecer líneas conclusivas sobre un fenómeno social que sin duda tiene una profunda relevancia histórica en lo que concierne al tema de las mutaciones de la cultura en nuestra ciudad. Si tomamos como caso el escenario de esos años, podríamos decir que la fase de ruptura en la cual se origina un rápido proceso de cambio, se encuentra a mediados de los ochenta. Es en ese periodo que venía formalizándose en Guadalajara, lo que sin lugar a dudas sería uno de los más importantes procesos de transformación cultural. Fue durante esos años, que el proyecto de Bandas Unidas Del Sector Hidalgo —BUSH—, intentaría formar una gran confederación de barrios, cuyo núcleo de avance era el rescate y la revaloración de la cultura de las pandillas en la ciudad. Hay que entender a estas pandillas en su connotación de resistencia barrial, y no en la concepción negativa forjada en la nota roja de los diarios conservadores de la ciudad, en los cuales el linchamiento y la criminalización de lo juvenil era una constante. Ese gran cometido propuesto por el BUSH estableció de manera indirecta un rico eje reivindicativo: resignificar la identidad de la juventud, la misma que en décadas pasadas —especialmente en los setenta— había sido estigmatizada por el aparato ideológico y policiaco de un Estado mexicano autoritario, que operaba abiertamente en las zonas marginales de la ciudad con sistemáticas estrategias represivas contra los jóvenes que pertenecían a alguna de las muchas pandillas que había en la ciudad.
Estigma
No sobra señalar que en los años setenta, las condiciones sociales, políticas y económicas permitieron que prevaleciera el estatus negativo de la juventud dado el contexto de lucha social que incluía —además del fenómeno del pandillerismo y de un naciente circuito de distribución de drogas— la existencia de una lucha armada entre el gobierno del Estado de Jalisco contra grupos guerrilleros conformados en su mayoría por hombres y mujeres jóvenes de entre 18 y 25 años. Estos provenían en cierta forma, de las pandillas de los barrios pobres de la ciudad entre los que destacaban San Andrés, Oblatos, San Juan Bosco o Balcones, todos ellos enclavados en el Sector Libertad, e incluso de otras zonas como la Colonia Morelos, Chapalita. El caso de “Los Vikingos” de san Andrés dentro de ese espacio de lucha es un ejemplo ya clásico . En buena medida esa es la perspectiva que se vivía en el este de la ciudad —sectores Reforma y Libertad—, zonas restringidas para la expresión y las manifestaciones no digamos ya políticas, si no artísticas. Sin duda, las bandas de rock que lograron sobrevivir en ese contexto de los setenta, bien merecen un reconocimiento que las coloque en una dimensión del aporte cultural que va mucho más allá del simple gusto por un género musical. Por otra parte, el sistema de vigilancia, persecución, represión y encarcelamiento que se ejerció durante los setenta contra amplios sectores de la juventud tapatía, prevaleció en cierta medida —aunque ya no de manera tan corrosiva ni evidente— durante los años ochenta. Ese es el puente de conexión habido entre el vacio cultural al que fueron condenados los jóvenes de los setenta y esa otra generación, la de los ochenta que trató y logró mediante el colectivo de Bandas Unidas del Sector Hidalgo, romper los esquemas de represión a nivel ideológico impuestos por el sistema priísta. He ahí una ruptura en las formas de experimentar y asumir las condiciones de una lucha entre dos formas de poder: el institucional y el juvenil. De ahí la trascendencia del movimiento de las BUSH; no tan sólo por que permitió la reinvención de la cultura juvenil, sino por que dio pauta a la experiencia de nuevas tendencias en el ámbito del arte y la cultura.
Momento clave
Fue durante este proceso que va de 1985 a 1988 que las BUSH invitaron a Guadalajara a realizar una serie de presentaciones a las primeras bandas punk-hardcore traídas del DF. Entre ellas estaban SS-20 y Anti-Gobierno. Estos encuentros fueron los primeros contactos que permitirían la gestación de un punto de mutación en la incipiente escena subterránea de la ciudad. Es a partir del efecto de aquellas primeras experiencias que la ciudad tuvo con el punk, que terminan por solidificarse aquí bandas de esa corriente, destacando Sedición y Atheos . Podemos aseverar que en buena medida fue ese gran movimiento de organización de rescate de la cultura de la banda llevado a cabo por el BUSH, lo que generó el campo de proyección de las directrices musicales e identitarias que nutrirían una nueva fase en la historia de la cultura de la juventud tapatía; esta vez fragmentada en diferentes tendencias que iban de lo cholo a lo skato hasta lo tagger, o de lo punk a lo gótico, pasando por otras vertientes de la expresión juvenil como el graffitti, los fanzines y el tatuaje. El dark, al igual que el punk o la música electrónica generaron sus propios circuitos de producción, difusión, y consumo. Cada uno de estos movimientos adquirió sus propios dogmas, su propia mística, y sus formulas de ritualización y escenificación: en la expansión de cada uno de estos circuitos —que parten de fines de los ochenta y llegan a nuestros días— esta cifrado el desarrollo brutal e inabordable con que hoy pulsa la ciudad de Guadalajara en el ámbito de la cultura juvenil. Fue en ese proceso que surgiríamos como Sociedad Secreta, grupo antecesor de Cinema Sensorial con la orientación estética y cuasi religiosa que expondremos ahora.
LA SOCIEDAD SECRETA
Orígenes
El origen de Cinema Sensorial esta en una banda de principios de los años 90 llamada Sociedad Secreta. El debut de la Sociedad –como se le empezó a conocer-fue en el otoño de 1991, junto a las bandas punk-hardcore Sedición y Diluidos en el Sistema. La presentación fue en un lugar que se llamó “Padrísimo” que se encontraba por avenida la Paz y Federalismo. A dicho evento fuimos invitados por el “Sapo Vengador” de Sedición, quien unos días antes nos había abierto las puertas de su programa Submisión dedicado al movimiento punk y que se transmitía en Radio Universidad de Guadalajara. Ahí presentamos el primer demo de la banda llamado Hambre . Aquella noche fue radiante y a la vez catastrófica para Sociedad Secreta. Lo primero por que en nuestro ritual de bautismo en la escena subterránea, fuimos bien acogidos por un sector del público. Con lo catastrófico me refiero al carácter tortuoso que tuvieron aquellas primeras incursiones de la banda. La razón estaba en el poco dominio que teníamos como grupo sobre la generación de nuestro sonido en vivo. Sin duda iniciamos muy pronto la travesía y no estábamos del todo preparados para lograr la fusión que pretendía la banda: una mezcla de punk y dark, con algunos matices industriales. De ahí que la ejecución de algunos de los temas en vivo, resultara una experiencia áspera tanto para nosotros como grupo como para nuestras diminutas audiencias. En retrospectiva hay que decir que como integrantes de la banda descuidamos mucho —al menos en ese año de 1991— el carácter orgánico de la propuesta musical.
Teologías
Nos centramos más en la preparación de un argumento ideológico mediante el cual pretendíamos difundir algunos de los principios rectores de la Teología de la Liberación, que como movimiento religioso social se encontraba aún en una prolongada crisis desde fines de los setenta. Dentro de la cultura religiosa barrial, nos formamos de alguna manera en las células de la Comunidades Eclesiales de Base (CEB), que estuvieron situadas en buena parte de la ciudad durante los años setenta y ochenta. Las CEB fueron denostadas por la alta jerarquía católica; esto por el carácter crítico que generaron en contra de las estructuras sociales defendidas por el capitalismo, en donde la Iglesia misma tiene un lugar privilegiado. Se acusó a las CEB de pasar de la formación religiosa a la radicalización política y por ello fueron lentamente suprimidas hasta ser suplantadas por el Movimiento de Renovación Carismática Católica, fundamentado más en expresiones como la alabanza y la oración que en el análisis de la realidad que los cristianos estaban obligados a hacer. En términos estructurales las CEB fueron una parte importante para los fines de la Teología de la Liberación. De ahí que Juan Pablo II viniera a descabezarlo en la reunión del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) celebrado en Puebla, el año de 1979. Ahí se acusó a los teólogos de la liberación de haber desviado la ruta del cristianismo y hacer causa común con el marxismo. Hay que precisar que como grupo, teníamos el propósito de difundir las posturas de los sectores progresistas de la Iglesia Católica, cosa que era más parte de un voluntarismo que de un argumento teológico bien fundamentado. Recuerdo que por aquellos días estudiábamos las condiciones de las vertientes socialistas habidas dentro de la Iglesia. La intención era desentrañar esa fuente y exponerla en nuestra música y así difundir el sentido revolucionario que el cristianismo tiene en la dimensión social.
Formación
Queríamos romper de paso —al menos en nuestro pequeño entorno— con esa imagen negativa y retrograda que se tiene del tapatío en lo que concierne a religión. No nos sentíamos cristeros, no concordábamos con el Opus Deí; no participábamos en las peregrinaciones ni éramos parte del conservadurismo occidental; no nos simpatizaba el Cardenal ni participábamos en la rituales del culto católico; sin embargo nos identificábamos con las causas sociales de la Iglesia. Hay que añadir con esta mención, que por esos años al menos tres de los cinco integrantes de Sociedad Secreta éramos prospectos y misioneros en el seminario de Los Scalibrianos, orden fundadora de La Casa del Migrante en diferentes ciudades de México como Baja California Norte, Chiapas y Tamaulipas . Fue en ese ambiente que se nutrió la orientación argumentativa del grupo. De hecho, el nombre mismo fue inspirado de un libro de Catherine de Hueck Doherty llamado Evangelio sin componendas , en el cual se habla de los sectores pauperizados de Latinoamérica como una gigantesca sociedad secreta. En si, esa fue la idea del concepto y orientación del grupo, y los objetivos comprometían nuestro trabajo, como un instrumento de difusión de los principios cristianos fundamentados dentro de la dimensión socialista —si cabe decirlo así— de la iglesia católica. Fue un arduo trabajo para nosotros en aquel tiempo, el tratar de extraer los elementos ritualisticos y proféticos del catolicismo y presentarlos desde la perspectiva del movimiento dark, que a principios de los 90 era un genero musical que avanzaba lentamente en la ciudad.
Primeros pasos
Durante los primeros meses de vida del grupo, en cuestiones estético musicales queríamos crear un sonido que tuviera congruencia con los aspectos trágicos y hasta macabros con que cuenta la religión católica. Hay que dar un paseo por la Catedral de la Asunción y encontraremos los fundamentos de un simbolismo siempre atrayente: el Cristo muerto, la Dolorosa, Santa Inocencia etc., Todas son imágenes potentes y oscuras que en aquel momento fundamentaban el principio sonoro del grupo. Había un dejo en nosotros una vena infantil de soberbia impactista y como suele suceder en cierta edad, nos sentíamos sobrados para lograrlo. Error; y como ese, muchos más. Eso lo aprendimos con los años, pero en ese momento de inicios de los noventa, lo que logramos establecer como una formula de trabajo en la concepción de un sonido asociado con las imágenes fatalistas de la religiosidad, fue algo muy endeble; nunca nos conformó del todo. Fue un primer y efímero momento de solazarnos en el narcisismo, que por fortuna se evaporo pronto. La intención de ser conocidos y reconocidos se desdibujó sutilmente de nuestro horizonte; dejamos de dar la batalla en contra el mundillo del rock de esa época, y nos lanzamos contra nosotros mismos. Fue ahí que nos entramos a una dimensión en la que trabajamos con bastante ahínco: la reflexión sobre la orientación ideológica de la banda, y si algo preciado podemos recordar de esos días, fueron los debates, las discusiones, las confrontaciones que tuvimos respecto a la dirección de la cristiandad en el campo de los avances políticos y culturales de la modernidad, y como el rock y sus vertientes encajaban en esa esfera.
Entre las derivaciones del genero Punk que recién se desplazaba por la Guadalajara de fines de los ochenta se encuentra ya, el germen de lo que en Europa llevaba una década conociéndose como el After punk, un genero que se fundamenta en una serie de tópicos más intimistas y que eventualmente darían lugar al Dark, utilizando para esto una dimensión doble de exposición artística: la temática y la rítmica. La primera de ellas esta fundada en un discurso mas intimista al ser orientada a cuestiones de carácter trascendental como la vida y la muerte, y lo tocante al ritmo tiene que ver con la articulación de momentos de retraso en el flujo de la cadencia dentro de las canciones, que permitían a las bandas producir atmosferas profundas y envolventes. El Dark aparece en reacción y hasta en oposición al discurso social, militante y activista del Punk-, y por otro lado, la re-construcción de las estructuras musicales, que dejarían atrás el ataque de los riffs machacantes a la Sex Pistols, para pasar a los pasajes cardiacos y misteriosos a lo Joy Division.
Recuerdo un par de canciones en las cuales se logró la pretensión de fusionar un discurso con fundamento en el cristianismo militante y una estructura musical encendida y caótica, a la vez que sombría. El primer tema con ese alcance fue “No me busquen”, incluido en el segundo demo del grupo llamado Dame tu fe. Esta producción fue realizada en Ciudad Victoria Tamaulipas los últimos días de diciembre de 1991 por los miembros de la ya legendaria Función de Repulsa, que para entonces estaban fortaleciendo su sello Genital Productions. Si una canción resonó en las presentaciones de la Sociedad, ese fue “No me busquen”. Pienso hoy en la letra y sin duda, es difícil negar su carácter panfletero, sin embargo la parte final de la canción logra una suspensión caótica y enajénate debido a la batería y el juego de los fierros tocados con un ímpetu extremo, razón por la cual más de una ocasión terminábamos con las manos cortadas por los filos o las rebabas de las laminas, ya fuera en los ensayos o en alguna presentación. Recuerdo haber visto a Fidel Correa —quien se encargaba conmigo del ruidero— con los dedos escurridos de sangre luego de haber tocado esa rola. Otra de las canciones que en mi particular apreciación devela en términos concretos lo que fue Sociedad Secreta se llama “Ciego Dios”. La letra la tomamos de un poema del sacerdote Alfredo R. Plasencia y viene incluida en el último demo de la banda llamado El mismo cáliz que apareció en 1994 . Me parece un tema mejor elaborado por el uso de sampleos con la voz de Juan Pablo II, cantos gregorianos y una serie de efectos sostenidos en la voz que le daban a la instrumentación un tono oscuro y caótico. Las canciones de ese demo las grabamos durante la navidad de 1994 en el sótano de la casa de Fidel; era un lugar bastante húmedo y maltrecho que habíamos acondicionado para ensayar y grabar, incluso, llegamos a realizar un par de tocadas ahí durante 1991 en las que hubo buena concurrencia. Me acuerdo en especial el día que presentamos “Ciego Dios” —precisamente en el sótano—, por que el inicio de la vocalización esta basado en la estructura de los rezos que aprendimos en el seminario. El efecto del inicio de la canción hizo que buena parte de la banda pacheca que estaba ahí reunida de plano se soltara riendo, pero conforme avanzaba la inclusión de los instrumentos, el slam era inevitable, y ese día en especial, dado que en el sótano había costales de tierra para reparar un aljibe, el baile tuvo el condimento de una lluvia de tierra y agua que finalmente le costaron la vida a nuestro primer sintetizador DX100. Fuera de eso, estábamos más que complacidos al escuchar la grabación de ese tema que se incluyó en un demo split que produjo Manyu de los Atheos llamado “Viva la Revolución social”. Esa canción reflejaba concretamente la dirección que queríamos tomar como grupo. Una atmosfera etérea, descompuesta en apariencia pero con una vertebración rítmica machacante y obsesa, pero sobretodo la voz cayendo rota en espiral, suspendida en una letanía blasfema y burlona:
Así te ves mejor, crucificado. Bien quisieras herir, pero no puedes. Quien acertó ponerte en ese estado, no hizo cosa mejor. Que así te quedes .
Como digo, la canción encarna en buena medida lo que pretendió Sociedad Secreta. Generar un discurso salvífico acentuado en la lógica de la doctrina social del catolicismo y potenciarlo mediante una estructura musical oscura y caótica. En El mismo cáliz alcanzamos una notable mejoría armónica, trabajando con mayor detenimiento el orden de los vínculos entre sonidos de instrumentos convencionales y el equipo de fierros que habíamos adaptado. Cuando trabajábamos en ese demo por esos días del 94, platicamos mucho sobre el cuidado que debíamos tener en los sonidos metálicos que queríamos para sonorizar las canciones. Ya no sólo era cosa de conseguir cualquier lámina o tubo para hacer ruido de fondo. En ese período Fidel y yo pasamos varias tardes deambulando por los corrales de “El Gran Chatarral”, un negocio de fierro viejo que se encuentra aún en la calle 56 y Puerto Melaque de la colonia Talpita del sector libertad. Fue ahí donde compramos unos resortes, unas láminas, un par de tambos, metales de acero dulce y otras piezas con el afán de armar una batería de fierros que nos diera más posibilidades en las tonalidades. De la misma manera empezamos a estudiar con más seriedad la constitución argumentativa del ruidismo, la música industrial, el noise y demás corrientes experimentales. Vamos, la pretensión era llevar lo más lejos posible el carácter industrial que habíamos introducido con no mucha claridad en las primeras grabaciones de la Sociedad. Empezamos a estudiar los trabajos de Luigi Russolo, Karlheinz Stockhausen, analizamos la Música concreta y el Rock de oposición. De hecho, ese mismo año del 94, hicimos un demo alterno a la Sociedad Secreta llamado Sol de Culpa que se salía por entero del horizonte de la banda en virtud que centramos la producción de ese trabajo en puros sampleos de ruidos y manipulación de audio; ese proyecto nos sirvió de ensayo y preparación para una siguiente etapa que por muchas razones —en especial el de los conflictos interpersonales— ya no pudo continuar.
El final
La Sociedad Secreta se desintegra formalmente en el verano de 1994. Sin duda, el proceso de separación nos colocó a algunos de los integrantes en esa siguiente fase que se vino gestando desde finales de 1993. La experiencia con las corrientes de vanguardia en la música, pero sobre todo, con los principios del surrealismo nos llevó a re-orientar el propósito argumentativo de la banda, tanto en lo musical como en lo letrístico . Arribamos a mediados de los noventa a una fase en la cual poco a poco nos fuimos deshaciendo de los instrumentos convencionales y adoptamos los sintetizadores, los sampleos y las drum machines; abandonamos lo eléctrico y pasamos a lo electrónico. En el campo de las letras hubo un fuerte giro. Edad de crisis sentimentales, de vacios y desgaste emocional, de erosión y extravíos en la fe. La línea lirica se dirigió a la búsqueda de lo mágico y trascendente en lo cotidiano. Ese año quedó atrás la Sociedad y nació Cinema Sensorial.
Una nueva experiencia.
Cabe bien en esta parte del texto, una pequeña exposición sobre el plano musical en que surgió el Cinema Sensorial. A principios de los 90 aparece en la ciudad una nueva manera de plantear la perspectiva de la música, cifrada en experiencias fundamentalmente existencialistas. En el curso de ese proceso que parte de 1990 y termina en 1995, aparecen en la ciudad toda una gama de categorías y tendencias musicales, representadas por una serie amplia y significativa de nuevos actores: los Darks, los Góticos, los New’ros, los Ravers o los Industriales, son sólo algunos de los componentes de un nuevo escenario. Hablamos de un nuevo espacio de exposición cultural que viene a marcar de manera definitiva una transición, una nueva fase en la historia de los movimientos juveniles de la ciudad. En buena medida, toda esta efervescencia transcurría bajo el sello de una lógica semi-clandestina, que denotaba ya para mediados de los noventa, el embrión de una forma de subsistencia que terminaría por trastocar —y gradualmente alterar— el juego de poder entre el Estado y la juventud. Junto a nosotros llegaron grupos como Gladiatoria Clan, de Jorge IDV, Inquisición de Antonio Ortuño, La Sangre de Alicia de Israel Martínez; Ekos de Kaos de Uriel Karvia o los Demonios de la Lengua de Felipe Salgado. Este proceso de cambio se inscribe en ese oleaje evolutivo que procede de aquellos origines fraguados a partir de un lento golpeteo, en cuyo núcleo se encontraba más que las aspiraciones superficiales por “figurar” en un circuito, necesidades más profundas que eran liberadas con la construcción de un plano estético rebelde y desencantado a la vez, mediante el cual era posible resignificar una realidad magra y desabrida, formulada desde un aparato político moribundo. El eje de aquellos avances primigenios permaneció o aun permanecen hasta nuestros días en proyectos como Arpa de aura, Aves a veces, sin dejar de mencionar los aportes de otros continuadores ya concluidos como Sueño de luna, o la desaparecida Angelique de Juan Carlos Guerrero.
Cinema Sensorial (I) 1994-1998
Sólo dos integrantes de lo que fue Sociedad Secreta fundamos Cinema Sensorial en el otoño de 1994. El nombre vino una ocasión en que sentados platicábamos sobre la forma en que se formaban figuras luminosas en la superficie del Lago de Chapala; la luna estaba prácticamente derretida en luz sobre todo lo ancho del lago. Fue sobre ese resplandor que platicamos sobre la nueva dirección de la banda. Un momento en que al parecer no pasaba nada en lo absoluto. Comentamos sobre la posibilidad de musicalizar un instante como el que veíamos, captar la imagen y correrla a otro tiempo, darle otro color y aplastarla con un sólo sonido. Por esos días del 94 apareció la idea del nombre del grupo. En un primer momento pensamos en preparar secuencias largas de música y fondear con ellas una serie de grabaciones en video que estuvimos preparando. Las imágenes eran tomas fijas de diferentes temas, recuerdo una del campo y las nubes de tordos, la calle desde la azotea en un día de lluvia, un hormiguero afuera del templo de Aránzazu y en fin, cosas así. La cuestión era lograr el enlace entre música e imagen en los ensayos. Poco a poco, y por asuntos personales, ocurre un giro al propósito original, y empezamos a incluir letras en la musicalización, y las acortamos hasta convertirlas en canciones electro pop. Empezamos a promover los primeros temas del grupo en un par de tocadas que dimos en algunas casas de nuestros amigos. Debido al giro de la temática y la orientación, le cambiamos el nombre el grupo. Un par de meses nos llamamos Los no muertos, así nos presentamos en nuestra primer tocada oficial en un bar donde alternamos con la banda dark: Inquisición, allá junto al —ese entonces— abandonado cine Diana por 16 de septiembre. Luego de ese día, decidimos continuar con el nombre de Cinema Sensorial, dado que el anteriormente mencionado, nos acercaba un poco a la imagen oscura del naciente movimiento gótico, con el cual no estábamos muy identificados. Había incluso por esos días, un debate al interior de la banda, en el cual tratábamos de establecer los lineamientos ideológicos del nuevo proyecto, los cuales se encontraban ahora amplificados debido a nuestro acercamiento a los principios del surrealismo: el núcleo socio cristiano que nos distinguió en Sociedad Secreta se desdibujo profundamente, dejándonos en una ruta de estudio y análisis del arte desde una perspectiva más libre. El primer demo del Cinema se llamó Eva Bilis. Fue en la anchura de ese nuevo campo que las imágenes de las letras de la banda adquieren un carácter corrosivo en lo sentimental. Es así que surgen canciones como Pálida geometría, Guía, El milagro o la misma Eva bilis. Desde entonces la banda oscila en esas intermitencias de pasar del discurso pro religioso a historias de amor visceral. Ese es el origen de Cinema. En esa primer fase del proyecto surgieron tres grabaciones: Eva Bilis (1994), Sonámbulo (1995) y Cromo (1998). Juntas concentran veintidós temas producidos bajo los efectos del desvelo y de la táctica del sonambulismo. Fue un trabajo –y una época- escabrosa para nosotros como integrantes en lo que concernía a experiencias psíquicas y sentimentales, lo que gradualmente fue perfilando la orientación definitiva de la banda en un nuevo sentido, alejado — como ya antes dije— del fundamento religioso de la Sociedad. Desde entonces Cinema Sensorial puede ser inscrito en ese oleaje marginal cuyo núcleo se encontraba más en la música como un instrumento de autoconocimiento y expiación que en la aspiración superficial de inscribirnos a las normas circenses del mundillo del rock tapatío; ese mismo mundillo que para esos años empezaba a ser descafeinado estructuralmente y reorientado con nuevas directrices de competencia, consumo y domesticación determinadas por instituciones ideológicas como Mtv latino y Telehit. En oposición al decadentismo inducido por la gran industria del rock, veíamos con interés el desarrollo de los diferentes géneros musicales en la ciudad. Hasta este momento no deja de impresionar la evolución que han tenido circuitos como el regaae, el punk, el tecno o el indie. Esa fragmentación ha sido sumamente benigna en tanto se han expandido y enriquecido las condiciones de un espacio cultural que durante décadas estuvo supeditado a la norma del Estado mexicano respecto a lo que era “moralmente” aceptable como cultura juvenil. También es muy positivo comprobar que las líneas de la industria comercial, no dominan ni determinan del todo las estructuras de un aparato creativo e independiente como lo es la escena de la música de vanguardia en Guadalajara. Mientras trabajábamos en un nuevo disco de seis canciones electro pop en el verano del 98, ocurre un prolongado distanciamiento en tanto todos estábamos sumergidos en nuestras respectivas carreras, y así, sin mediar algún tipo de conflicto, vino la disolución definitiva de esa primera fase la historia del Cinema. Las seis pistas del disco quedaron suspendidas y ya no fue posible hacer la mezcla con las voces quedando esas grabaciones congeladas hasta el día de hoy. Meses después, en un momento de coincidencia a finales de ese año, re organizamos la banda, ahora con una alineación instrumental clásica dentro de los parámetros del rock. Dejamos de lado los sampleos, las secuencias y los sintetizadores y trabajamos en esquemas musicales más ordinarios. El cierre de ese periodo llegó en diciembre cuando grabamos un disco de cinco temas. El disco se llama Mineral y nos llevó a la zona del indie-pop y del Lo-fi. Nuestra luz es una canción que viene en el nuevo disco Señal, y corresponde a ese periodo de fines del 98. Luego de ese ultimo momento de labor, pasarían cuatro años antes de retomar el proyecto de Cinema Sensorial.
Cinema Sensorial (II) 2002-2005
En el 2002 retomamos el proceso de trabajo. Surgen así tres tracks: Zona Industrial, Casa sola y la canción Desamparo que tiene como eje la oración conocida como Ángel de mi Guarda. A pesar de que el disco no pudo ser terminado en forma, dada la aridez de la producción, el proyecto nos permitió un re encuentro como viejos amigos. También nos permitió situarnos ante nosotros mismos luego de años de trabajo y abandono simultaneo de la música. Pudimos de entrada, reunirnos y retomar esa lejana ruta de nuestro origen. Había pasado ya una década desde el surgimiento de la Sociedad Secreta y quisimos a manera de conmemoración, apuntar al menos una impresión de los móviles que nos llevaron a la música. Desamparo es la canción con la que intentamos marcar una especie de retorno a la raíz metafísica de nuestra identidad como banda. El reencuentro de ese año nos permitió ampliar un poco la perspectiva sobre futuros trabajos. De la misma manera, y con un afán de reivindicación documental, en abril del año 2004 nos propusimos hacer un trabajo de rescate que consistió en editar un disco en vivo de la Sociedad Secreta. Durante varios meses estuvimos recopilando cintas de las pocas tocadas que llevamos a cabo entre 1991 y 1992. De ese proceso surgió un disco que contiene presentaciones remasterizadas de la banda a principios de los noventa, y fue lanzado en octubre del mismo año. El disco se llama Panta Rei ; tuvo un tiraje de 200 copias y fue distribuido mayormente de forma gratuita entre aquellos que de alguna u otra manera nos habían acompañado durante aquellos años, nostalgia pura sin duda. A inicios del 2005 empezamos con los ensayos de lo que sería un nuevo disco de Cinema. Fue en ese proceso que surgen canciones como Doblez, Aún no adivino y Navidad las cuales permiten establecer contrastes a diferentes niveles respecto a lo que ha sido nuestro recorrido. Fue este periodo en el que se fijó un curso más claro de los propósitos musicales de la banda, los cuales van de un pop melancólico a un trip hop. Más que generar un sonido en conjunto, recuerdo esos días como una fase de trabajo fragmentado basado en el compartimiento de ideas y de sonidos de una manera metódica, aséptica diría, casi sin vernos más que para un par de ensayos en los que organizábamos los sonidos, trabajábamos las voces, pero sobre todo estudiábamos las letras. En esa fase intentamos ir un poco más allá en el diseño de lo que se decía en cada canción. Tratamos de profundizar y comprender las estructuras de algunas de las corrientes poéticas contemporáneas para robustecer la potencia lirica de las canciones. Todo esto consistió en un proceso de re lectura de los trabajos de una serie de escritores que han acompañado la vena poética de la banda desde la Sociedad Secreta hasta Cinema Sensorial. Tal vez sea algo infructuoso tratar de explicar una composición como Doblez en su carácter lirico. Es sin duda irónico, y eso ha sido un debate constante en el grupo, establecer como norma el tratar de escribir letras compactas y directas, secas y claras diríamos. Pero en el proceso hemos logrado hacer una conjunción en la que aparecen las imágenes de ideas muy concretas sobre situaciones particulares como el amor o sus interminables opuestos. A estas alturas es posible pensar en esa línea de trabajo que va de la primera fase del Cinema hasta nuestros días. Las imágenes se han reducido, los abundantes y sentimentales textos de los 90 han dado paso a pequeñas imágenes impactistas que tratan de extraer fuerza y significación de una aburrida —aparentemente— vida cotidiana. Recuerdo en especial el proceso de construcción de la letra Doblez; cómo en una ocasión pasamos horas debatiendo la viabilidad poética de imágenes de choque que iban de lo concreto a los surreal. De momento puedo precisar algo tan compacto como la frase:
Es medio día, hay un olor a lluvia y gasolina, apenas estoy contigo, no me quiero ir.
Recuerdo haber escrito las primeras líneas en un cuaderno de bolsillo que cargo a veces, cuando caminaba por Arcos de Zapopan, precisamente a las afueras de esa mega empresa llamada Jabil. Pasar de esa imagen simple y precisa a otra como
Es medio día, ocaso ozono, mesías de gasolina, cubriendo los jardines Jabil...
Implica un salto que nos ha resultado difícil dar sin precisar un argumento. Resolver en cierta medida el uso poético de ese juego de imágenes que van de lo objetivo a lo metafísico nos parece una especie de compromiso, que no siempre suele resolverse con agrado. No somos doctos en las cuestiones de teoría literaria, ni en la semiótica o esos asuntos de la interpretación de las imágenes o las metáforas, sin embargo tratamos en lo posible de establecer una idea comprensible en la cual quede vertebrada la intención de la canción, y mediante eso, poder intervenir en la intencionalidad de lo que se quiere decir, y no quedar entrampados en la sujeción inversa, es decir, que el escucha sea quien deba resolver la intención y argumento de una letra. Lo reiteramos, hay en nuestras letras expresiones muy concretas, y aunadas a esto es inevitable la ambigüedad. Esto resulta quizás, por que en una canción se están resolviendo interrogantes que martirizan al autor, no son tan claras en tanto la disposición de los elementos le resultan aún imprecisas a quien padece las vivencias de un momento específico, por lo regular de crisis: una ruptura amorosa, la pérdida de la fe, o el desaliento de vivir en una permanente estrechez existencial tan propia de nuestros tiempos, son tan sólo algunos puntales de inspiración. Nos gusta tal vez, jugar un poco con la búsqueda de las explicaciones un tanto para resolvernos como músicos y un tanto más sin duda, para resolver un auto esclarecimiento, ahí el carácter terapéutico de la banda, lo cual nos mantiene anclados en esta constancia de invisibilidad que ya ha durado un buen de años. Ahora, es básico que como músicos asumamos ese reto que impone la creación y tratemos de explicar como nuestras experiencias en diferentes niveles nos permiten traducir una ciudad como Guadalajara en lo que concierne a su talante inspirativo. De alguna manera se debe responder el imperante de que un artista no sólo puede extasiarse en la explosión de su obra, sin tener que explicar o al menos acercar al espectador a un esclarecimiento de origen que resuelva en la medida de lo posible las rutas de acceso que llevan a un músico, a un pintor o a un poeta asumir una postura ante su obra. Hablamos de un compromiso que desenrede los nudos en lo que concierne a una subjetividad específica del trabajo. La intención es tratar de plantear la obra desde una perspectiva de afección, de efecto, de un juego de confrontación de la mirada contra la mirada. La del músico y la de quien escucha. Sumergirse en una canción implica en buena medida, poder establecer puntos de comunión capaces de romper con los parajes silentes habidos entre dos individuos. De ahí que en Cinema Sensorial hemos zigzagueado con el propósito imposible de racionalizar las canciones; más que encontrar respuestas o categorías, la intención de dirigir la temática de las letras, ha despertado más dudas que certidumbre. ¿Como se puede constituir una trama artística sin explicar la procedencia de los hacedores? Ciudad de cristeros contra-revolucionarios, de clasismo colonial, de dobles y triples morales, de parasitismo político y de una ruptura encabronada en la relación Estado-sociedad. Ciudad de psicópatas sanjuaneros, ciudad de fanatismos autoindulgentes, ciudad de fracturas históricas y de glaciales apatías. Fuera de esas apreciaciones negativas de inmovilidad esta esa otra cara de Guadalajara que nutre el trabajo de los artistas: nuestra ciudad es la explosión del aislacionismo juvenil, la ciudad de la vitalidad cultural, de la autonomía artística, de los estudios universitarios, los circuitos de los poetas urbanos y de las editoriales osadas, los outsiders de Oblatos y de la Jalisco, ciudad de las venas petrificadas de la droga, la gloriosa música de banda. Ciudad de continuidades bíblicas épicas: la romería de Zapopan, la reunión anual de la Luz del Mundo, la opacidad de religión y culto, la conclusión del panismo y las magras expectativas de la “nueva era” del PRI. Esas son sólo algunas de las dimensiones en las que están incrustados esos miles de ojos que traducen el pulso de la vida en Guadalajara. Poetas, músicos, pintores, profetas y adoradores. ¿Dónde habremos quedado nosotros?
Cinema Sensorial (III) 2008-2009
En el 2009, como grupo, aun seguimos siendo una continuación, obviamente han ocurrido movimientos, preposiciones, re encuentros y renuncias respecto a los principales propósitos que han llevado a dos o tres personas a unirse y tratar de desplazar un argumento tanto letrístico como musical. Canciones como Desamparo y Aún no adivino, equivalen en continuación a las nuevas canciones del grupo como “Tú” y “Núcleo”, llevadas a cabo durante este verano del 2009.También estas son canciones que concentran una permanencia del carácter místico y devoto del amor a la vida y la abnegación por sus enredos y complejidades; hay en esta nueva fase un carácter expansivo en lo que se refiere a una plástica sonora; de ahí que los elementos del trip-hop sean la ruta de avance en el entendido que las cortinas que pueden crease desde la perspectiva de este genero nos permiten lograr extensiones armónicas muy lentas y a la vez envolventes. Por otro lado, y aunque suene paradójico, el núcleo creativo de la banda se ha movido en diferentes niveles. Tan sólo hay que ver la actual temática de la banda para entrever esos vaivenes los cuales no hablan de una renovación, o de cambios en el propósito discursivo de la banda, sino de –como antes lo dijimos- de una expansión armoniosa y pasional. El objetivo no se ha perdido en tanto pretendemos disfrutar esos momentos de creación y de convivencia en tanto somos amigos luego de una década. A pesar de los años y de la disolución de las ideológicas en tanto el modelo neoliberal fragmentó y disolvió los vectores humanistas del argumento político al supeditar lo social a lo económico, aún estamos convencidos del poder adoctrinante de la música. Creemos como banda que expresiones como el indie, el post rock o el neo-folk son un retorno que esta más allá de una moda, hablamos de una recomposición, de una recomposición de la sensibilidad, de una reintegración de carácter salvífico que contienen la música. El arte es sin duda una de las rutas más firmes de la cultura, y si hablamos del arte en los tiempos del neocapitalismo, estamos siendo testigos de una congregación que tiende a destruir la industria de la masificación comercial e intenta con ello devolver a los músicos y a las audiencias los aspectos humanos que se habían perdido en el proceso de masificación del rock como producto de consumo. Hablamos de que hay ya muchos músicos que están deteniendo la marcha de la maquinaria de la industria depredativa que gira en torno al rock y están replanteando la velocidad de los tiempos y los contenidos de la creación. Haya una contracción, un estertor, una agonía, esto en tanto permanece la vena revolucionaria del arte. La proyección de este nuevo proceso lo permiten los nuevos emplazamientos tecnológicos que han venido a fortalecer la autonomía de los grupos de rock. No debemos desestimar los nuevos escenarios que plantean nuevas entidades de la cultura difusiva de la música en una dimensión digital como myspace, youtube, facebook o twitter que en cierta medida han llevado a la anulación o neutralizar las funciones de la industria discográfica como una industria que ponía y disponía hasta hace una década. Por otro lado, también hay que remarcar el crecimiento de espacios de exposición, que los hay tantos como géneros musicales existen en la ciudad. Hay infinidad de centros culturales, cafés o galerías en donde las bandas pueden exhibir sus trabajos, amén de las posibilidades de grabación y difusión que la misma tecnología dispone.
Hoy no cuesta mucho esfuerzo pulsar la fuerza con que se mueven en la ciudad las corrientes renovadoras del ámbito musical - PISCIS; NEBULA 3; SUTRA; MARLENTO; SURF NAZIS MUST DIE; SELMA; SAPPHO e infinidad de excelentes trabajos que desbordan desde hace años esos espacios de la creación autónoma. Pensar en un concierto de RADAID, pensar en el magnifico potencial de aporte de sellos y colectivos como AMP/RECS, UCHBENLAB, ABOLIPOP, FIVE CORNERS o BYE BYE BIRDIE; pensar en el nivel de análisis y autoanálisis dirigido hacia la escena subterránea por parte de revistas como PANFLETO o SONORAMA, son sólo parte de las múltiples señales con que se valida la energía de un movimiento, sin necesidad de estar en la tele o saturando las estaciones de radio. Todo esto es parte de un profundo proceso de reorientación de los poderes sociales, un gran movimiento que afortunadamente, tiene ya varios años estudiándose como parte de una autentica revolución cultural en la ciudad . Esto no sólo concernía a la escena post punk, dark, garage o gótico, sino que avanzaba en otros planos, e incidía en otros espacios de la creación artística a manera de un fenómeno sincrético de mutaciones juveniles, con un alto grado de expansión del cual aún no terminamos de salir.