Disfunción Orgánica, refleja lo caótico que puede ser para cualquier individuo sobrevivir en una sociedad que lo consume, envolviéndolo en la desolación, el miedo, el odio, en sí, en toda esa parte inhumana que se oculta bajo la piel.
El ser humano se vuelve producto y consecuencia de la desarticulación de los valores trascendentales (verdades universales), aquellos que mutan o se transforman de homo sapiens a homo tecnológico.
El ser actual se encuentra prefigurado por el orden de cosas prevalecientes y por lo tanto está sujeto a la dominación, a la educación teledirigida, al racismo, al instrumentalismo científico, al caos que se genera en las megalópolis, a la subyugación por medio de la coacción, al colapso del medio ambiente, al bioterrorismo, a la desvitalización de las instituciones tales como la familia, el sistema político o el Estado. Todas estas puntualizaciones sólo nos conducen a la impresión de que nos desenvolvemos en un espectro global cuya dimensión es el vacío.
Éste desilusionante aspecto de la realidad por optimista que se pretenda ser, desemboca en anomalías al interior y al exterior del individuo; las diversas vértebras que articulan la realidad actual arrastran tras de sí consecuencias perjudiciales a nivel general, ya que nadie se encuentra exento de las patologías que se generan y se desarrollan en el entramado hecho en el que cotidianamente oscilamos, incapacitándonos a sentir algo por los demás, transformándonos en seres insensibles ante todo lo que sucede a nuestro alrededor, adquiriendo un odio excesivo, nos tornamos individualistas y ajenos a sentir amor o aprecio por alguien y en ocasiones por nosotros mismos, por lo que comenzamos a padecer una Disfunción Orgánica.
Alineación:
El Señor de la PC - Voz y programaciones
Polilla - Sintetizadores y programación.
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